esa hora pálida,
en que la vida se cobija a la sombra
en que la vida se cobija a la sombra
y el calor se
ceba sobre las piedras.
Dispuestos los
cuerpos para el placer,
se elevan al promontorio,
se elevan al promontorio,
ungidos con perfumes
de clavel
y aromáticas hierbas de los arroyos.
y aromáticas hierbas de los arroyos.
Se ofrecen,
desnudos, los amantes
al espíritu mismo de Altahona.
al espíritu mismo de Altahona.
El silencio mortecino del momento
se quiebra con un
coro de chicharras
y el jadeo apasionado
de sus bocas, se confunde
con la caricia
refrescante de la brisa.
Pasión que sobre
Amor se clava,
jilguero rojo que
sobre la piel se posa,
aguzado el pico que mi corazón traspasa.
aguzado el pico que mi corazón traspasa.
Es esa hora
incierta
en la que el sol se detiene sobre la Sierra;
en la que el sol se detiene sobre la Sierra;
esa hora amarga
cuando los amantes fatigados se despiden
cuando los amantes fatigados se despiden
y el dolor del mundo se despierta…
Murcia, Agosto de 2012
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